Almejas al vino blanco con garbanzos y limón confitado

Estas almejas al vino blanco son fáciles de cocinar y están listas en minutos. Las almejas son increíblemente sofisticadas, liberan su propio sabor, tan específico, que no se puede replicar en ningún otro lugar, y son simplemente deliciosas. Si estás buscando una cena romántica “fácil” para dos (¡o uno!), esta receta es ideal y es una de nuestras favoritas absolutas.

Almejas al vino blanco con garbanzos y limón confitado

Ingredientes para 6 personas

  • 1 kg de almejas, lavadas
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 4 dientes de ajo, en rodajas
  • 2 ramitas de romero, sin tallos
  • 2 ramitas de tomillo, sin tallos, para cubrir
  • 1/2 limón pequeño en conserva
  • 1/2 cucharadita de hojuelas de pimiento rojo
  • Una pizca de sal y pimienta negra recién molida
  • Garbanzos cocidos Valle, escurridos y enjuagados
  • 2 tazas de caldo de verduras
  • 1/2 taza de vino blanco seco (lo suficientemente barato para cocinar, pero lo suficientemente bueno para beber)
  • 2 rebanadas grandes de pan de masa madre

Elaboración

  • Agregar las almejas en un tazón grande y llenamos con agua. Quitamos el exceso de suciedad y drenamos el agua. Repetimos el proceso varias veces hasta que el agua salga clara. Dejamos escurrir.
  • En un perol grande a fuego medio, agregamos el aceite de oliva. Incluimos el ajo y se cocina durante 1-2 minutos, o hasta que el ajo esté ligeramente dorado. Agregamos el romero, el tomillo, el limón en conserva, las hojuelas de pimiento rojo y solo un poco de sal y pimienta.
  • Agregamos los garbanzos Valle. Se cocina por otros 2-3 minutos para que los sabores se unan.
  • Se vierte el vino y el caldo y subimos el fuego a medio alto. Agregamos las almejas y tapamos la olla inmediatamente. Se cocinan durante 5-8 minutos, o hasta que todas las almejas se hayan abierto.
  • Inmediatamente se vierten las almejas en dos tazones separados, echando el caldo y los garbanzos en cada tazón. Agregamos una rebanada de pan crujiente, adornamos con tomillo y servimos. ¡Sumérgete, come y disfruta!

* Como detalle adicional (al gusto) podemos rociar con 1 cucharada de aceite de chile (picante) para servir.

Es una preparación clásica de almejas, siendo el limón en conserva el único elemento único que agrega un buen nivel de sal y ácido a un plato ya de por sí salado. Todo lo demás está ahí para realzar los sabores naturales de las almejas, que aportan salinidad y un ligero dulzor al plato. Agregamos los garbanzos Valle para obtener textura y proteínas adicionales.

¡Este es un plato muy completo listo en tan solo minutos! Si estás buscando cómo hacer almejas por primera vez, esta receta es tu mejor apuesta.

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